25 octubre 2006

Los duros antiguos o la calderilla de Benito Soto




¿Quieren vuestras mercedes saber de una vez por todas que son los “duros antiguos” que aparecieron en la playa gaditana y que puso al descubierto parece ser un tal “Malospelos”, trabajador de la factoría almadrabera de “Hércules” cuando se hallaba abriendo zanjas de canalización, azadón en manos para el desagüe de los residuos procedente del baldeo tras el ronqueo? El “Malospelos” cavaba y cavaba hasta poner al descubierto una saca arrompida de piel de llama con duros a porillos. El evento tobo lugar el día 3 de Junio de 1904…?
“Historia de aquí”



En Cádiz siempre han existido personas dedicadas a recorrer la costa hasta donde podían, oteando lo que el mar había depositado en su orilla; lo escudriñaban todo, iban provistos de un saco de arpillera que dejaban caer sobre su hombro. Los había de diferentes “calañas”, es decir que al margen de vivir de la generosidad del mar, servían de chivatos y confidentes de las distintas autoridades, quienes les devolvían los favores haciendo la vista larga con determinados hallazgos; estos auténticos serviolas
fueron populares en los siglos XVII y XVIII, muchos terminaban ahorcados porque servían de compinches a otros que aprovechaban el furor de los temporales para engañar a los maestres de embarcaciones que venían tocadas ya por el propio temporal, ya por el cañón enemigo. Las noches eran oscura como la boca del lobo, por lo que el perfil de la costa era inapreciable y más aun cuando estos malhechores apagaban los faros, no existiendo otra luz que los diabólicos faroles dirigidos a las embarcaciones, desviándolas hacia las zonas rocosas donde se hacían cuarteles por el furor de las olas. Los galeones como consecuencia de los temporales perdían toda noción de sus derrotas no pudiendo seguir las demoras trazadas por sus pilotos, (navegar por la noche con buen tiempo no ofrecía ningún inconveniente, los instrumentos de navegación y las estrellas eran más que suficiente para llegar a puerto). Los asesinos desde la costa seguían a los barcos embarrancados y oían los lamentos de los náufragos, era entonces cuando embarcaban en lanchas y botes de poco calado y salteando, escollos y peñas llegaban hasta los desgraciados y los remataban a palos y a cuchilladas hasta no quedar nadie con vida. De este modo las cuadrillas se apoderaban de cuanto podían del naufragio. Si se trataba de un barco español procedente de las colonias de España, se apoderaban de sus ricos cargamentos, que mas adelante trapicheaban con contrabandistas y oscuros comerciantes. Las mercaderías, como la seda, las maderas preciosas, paños y alfombras, así como frutos, cochinilla etc.

No todo era recuperado, los “anda playas”, se encargaban del resto. Al amanecer, la costa se encontraba llena de cadáveres y de todo cuanto procedía del barco que flotara. Precisamente estos oteadores llegaron a enriquecerse a costa de los difuntos, de los equipajes y alguna que otra parte del cargamento del buque yacentes en cajas de madera halcones y barricas. Una mujer difunta asesinada o ahogada podía llevar en su cuerpo anillos medallones collares, igualmente barones pasajeros ricos y nobles llevaban consigo prendas de valor incalculable. Pero la horca esperaba paciente a tales sujetos especialmente a aquellos “piratas de costa” que no sabían como deshacerse del oro y de la plata, cometiendo torpezas vendiendo a muy bajo costo dichos metales preciosos. La justicia requisaba todo cuanto le cogian a los anda playas, estos a su vez delataban a los cabecillas que eran arrestados, los desposeían de lo robado y eran colgados de inmediato. Otros durante la noche se atrevían con los cajones de plata provistos de tres sacas de cuero de llama, que contenían cada una 1000 pesos fuertes en monedas de a ocho. (El duro español) unas veces por las prisas y otra por las mareas que durante la subida los cubrían y quedaban enterrados en la playa en arenas movedizas desapareciendo bajo la arena. La mayoría de las veces los ladrones eran detenidos juzgados y ahorcados en juicios sumadísimos, llevándose con ellos a la tumba el secreto
Casos semejantes en Cádiz han venido repitiéndose durante más de 380 años.
Conil de la Fra. Barbate y Zahara, eran lugares donde se practicaba esta macabra costumbre; le colocaban un farol en los cuernos a una vaca y esta confundían a los marinos deseosos de saber donde se encontraban (ya que iban a la deriva) veían cualquier luz en movimiento y pensaban que sus señales luminosas y sus salvas eran vistas y oídas, sin saber los muy desgraciados que delante de la vaca había un asesino que dirigía al animal perpendicularmente hacia unos arrecifes.
Es fácilmente probable que los pesos fuertes encontrados en Cádiz el 3 Junio de 1904 en la almadraba de Hércules “ubicada, en lo que hoy es un Parking (Antigua cocheras de Transportes Generales Comes) no procedían de un naufragio obviamente. Entre la arena de la playa (yacimiento) existe una barrera de escollos difícil de traspasar, el naufragio se podría haber producido al Oeste de esta barrera de escollos in situ, si bien, no existe conocimiento histórico de restos de naufragio ni de la perdida de un galeón, u otro navío en aguas mas profundas por la zona en fecha posterior a 1755.
Esos duros o pesos fuertes eran el producto de una “metida o sacada” de contrabando y algún contratiempo hizo que emprendieran las de “Villadiego” y la acción del mar se encargó del resto, hasta 1904, ¡que se sepa…..!

El valor de estas piezas dependen de la ceca* y buena conservación (*lugar de acuñación y numero de tirada) Estas monedas iguales acuñadas en Santiago de Chile en 1752 ceca S con un cero pequeñito en su parte superior en la cara de los dos mundos, y J en el escudo real, pasan de los 21.000 Euros unidad, (tres millones y medio de las antiguas pesetas) si bien, las aparecidas en Cádiz, “única diferencia en el cuño, MM y MF” en el escudo real, y M, con un cero pequeño en su parte superior. México, a flor de cuño del 53, 54 y 55, pasan de los 1.100 Euros-. (183.000 Pts aproximadamente unidad), En numismática son muy apreciado por coleccionistas, de esta manera siguen circulando en manos de coleccionistas lo que significa que el barco llegó a puerto y desembarcó las mercaderías y el dinero circuló. Estas piezas, “peso fuerte” o duro español tenia un valor de ocho reales, llamadas también de a ocho. Estas monedas tienen la cifra en numero, el “8”. Su peso no inferior a 27 gramos, de plata de más de novecientas milésimas.

Cada rey tiene su patrón de monedas, al morir este se pone en marcha las monedas de su sucesor. Se invitaban a los poseedores al cambio de cualquier clase de moneda del rey muerto, y mientras si o no, muchas se perdían; asimismo las monedas submúltiplos, de cobre o vellón, se recogían para resellarlas con el nuevo rey. Los chinos sabían el valor en calidad de la plata española y no devolvían una sola pieza, estas eran reselladas con signos chinos. La pureza de la plata española superaba con creces a la de china.


Son muchos los que opinan que los duros de Cádiz, pertenecían al navío ingles que combatió en la batalla de trafalgar, “Defiance” que se hundió como resultado de la batalla por Conil (sin enfatizar en historia). Este navío se perdió entre Conil y Zahara de los Atunes, después de recibir un fuerte castigo durante el combate, desarbolado y sin rumbo con muchos muertos y heridos se fue al fondo del mar con 54 cajones de plata, que el Almirante Nelson llevaba para pagar a sus tripulaciones, “era moneda inglesa” –Historia de Cádiz de Adolfo de Castro- ¡hay que ser borricote!, para pensar que las monedas hicieron tal recorrido. Y Maquiavélico el no pensar en Carlos IV que aunque sujeto a Napoleón tenia su cuño como “rey de España” y posteriormente su hijo Fernando VII, quien firmó la sentencia de muerte de los piratas.

Y el colmo de las barbaridades decir, (y lo dicen muchos) que los duros de Cádiz lo guardaron en la playa los piratas del Defensor de Pedro que fueron ahorcados en Cádiz en el mes de Enero de 1830.

Los dos ejemplares

Son de mi propiedad el de 1755 MM es una joya que conservo, un autentico peso fuerte o duro español aparecido en 1904 junto con los demás en la playa el 4 de Junio. El siguiente de 1753 MF. Navegó en el mismo galeón, si bien no es heredado de familia.

Jesús Borrego López.

2 comentarios:

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Jose dijo...

Con todos mis respetos hacia usted , don Jesus...

No he entendido nada de todo lo que usted ha escrito , ¿esta en clave?