23 agosto 2007

EL OJO DE POLIFEMO





Cráter Bahía de Cádiz

Quien me iba a decir allá por los ochenta que el majestuoso cráter de la Bahía de Cádiz no tenía su origen en el impacto de un pedrusco venido de la “quinta folca del Universo”. Jamás dudé un ápice de kiki pese a su jovial carácter, bromista-serio, como lo conocemos sus amigos.
La fotografía tomada desde el aire del saco de la bahía de Cádiz por el reportero grafico, Francisco Hernández Conde (kiki) me dejó fascinado al momento; era la primera fotografía aérea del fondo marino del saco de la bahía que veía, daba la sensación de no haber agua solo un sistema de canales y formas extrañas que dibujaban el fondo marino.
Kiki, polivalente; entendido artista en las artes de la fotografía no dudó en clavar su objetivo cual estaca punzante en aquella especie de “ojo de Polifemo”. El fotógrafo fue contratado por el Museo Provincial de Cádiz para hacer un reportaje por la zona. Siendo el director de dicho proyecto el Arqueólogo Provincial D. Ramón Corzo.
¿Qué te parece?. Partiendo de aquel momento no cese hasta conseguir las diapositivas. Visité al señor Corzo quien después de recibirme en el Museo Provincial, le mostré el interés que tenía por aquellas fotos. Fue el reportero quien me remitió al señor Corzo; así que gracias a Kiki que medio, conseguí las diapositivas.
La década de los años ochenta fue de mucha actividad para mí, llevada varias actividades para adelante y no disponía de los medios adecuados para investigar en el mar. Con ello no trato de justificar el no haber seguido con la investigación del cráter “no haciéndola mía” mas bien por temor de tratar el tema con no demasiado rigor científico, y carecer de los medios que ello conlleva (doy gracias). Escribía e investigaba sobre temas de misterios, si bien lo mío eran los ovnis, el submarinismo y en general el mar, centrado en la historia de Cádiz.
En el mar no se encuentran las cosas tan fácilmente hay que disponer de medios, en el caso del cráter, para localizarlo con solo unas días positivas, era como buscar una aguja en un pajar. De ahí que el tiempo transcurriera y a pesar de mis muchos intentos de localizarlo, la mayoría de las veces resultó infructuoso toda gestión. Me faltaba lo mas importante las coordinas. Kiki, no recordaba el lugar aun pasando por encima de esta manera, desde “Manila a Cerro Muriano”, muchos fueron los que opinaron y dudaron hasta el día de hoy atacando sin piedad; si bien, nadie se atrevió a darse un chapuzón por las inmediaciones para afirmar si era cierto o no la existencia de aquel circulo inmenso. De entre las indagaciones, estuve en el Instituto Hidrográfico de la Marina, contacté con el jefe civil de Cartografía, D. Manuel Espigado, cartógrafo de grado superior, el Espigado enseñó las fotos a varios marinos y compañeros; adquirí tan poca información, que no olvido sus palabras; si logras dar con el, te prometo que le pongo tu nombre.
En Puerto Real, pregunté a curtidos pescadores y todos coincidían en lo mismo que lo que yo buscaba no era otra cosa que “Los Hoyos”, ubicados en el referido canal una vez rebasado el Fuerte de San Luis dirección hacia la Carraca y entre las boyas tres, cuatro, cinco y seis (luces verde y roja) que delimitan el curso de navegación, y por ser la zona mas accidentadas y profundas llamada los “Hoyos”. Estos no vienen señalizados en cartas náuticas. Hable con mis amigos buzos para hacer una inmersión en las inmediaciones del Caño de la Carraca entre la boya cinco y seis especialmente en la la seis, el coeficiente de marea era de 0,80º aproximadamente, los buzos se lo pensaron antes de tirarse al agua, solo uno tomo la decisión de sumergirse, los tres restantes “temieron por la corriente” que se forma durante la subida y bajada de la marea, tanto fue así que la baliza del buzo (Juan) y las burbujas de aire consumido que no veíamos emerger motivo nuestra preocupación por el buzo sumergido; tal fue así, que quince minutos después de la inmersión el submarinista se encontraba a mas de ochocientos metros de la embarcación haciendo señales para que fuéramos a auxiliarlo como consecuencia de verlo allá en el garete y alejándose. La corriente marina lo arrastró hasta dejarlo extenuado. A Juan lo salvó su gran experiencia y sangre fría, tal vez otros de los que estaban a bordo no lo habrían logrado. Nos enseñó el profundímetro, que marcaba 25 metros de profundidad y sin tocar fondo, en el epicentro de la inmersión, es decir, antes de empezar a ser llevado por la corriente submarina. Si el profundímetro marca 25 metros, eso es lo que hay. O cogió una grieta o un hoyo (cráter). Juan es un experimentado y escrupuloso hombre rana y muy buena persona incapaz de mentir ni exagerar. Pueden preguntarle quien quiera; cuentan con mi “tarjeta de presentación”.
Pertenece a un grupo legal de submarinismo deportivo de Cádiz de formadores llamado “Gradelsub”.
La señal de delimitación o boya “Carraca 6” se encuentra en la coordenada, N- 36º 29` 864”. W- 6º 13´ 136”. Respecto de aquel día, solo se comentó sobre el rescate del submarinista y el mucho miedo disimulado, que dio como fruto el salir del lugar y que la próxima vez tendríamos que bucear con mareas muertas.
No vi interés en adelante por conseguir otra inmersión, hasta el día de hoy.
Otro experimentado buzo pasó miedo porque buceando por la zona recibió un porrazo en la botella con algo contundente metálico que lo hizo subir como un torpedo, la experiencia hizo de el un “emporio de miedo”; su nombre es Carlos Braza. Carlos piensa con lógica, un porrazo en su botella con desplazamiento y ruido metálico, equivale a otro objeto metálico que lo ha tocado… Ateniéndose a la razón, aquello era improcedente total. Aquel día todo estaba controlado; por ello, no pude ni puedo quitarle la razón. Mi buen amigo Carlos está en Cádiz, quien quiera que le pregunte.
En las inmediaciones de la referida boya existe un fondo bastante accidentado en toda su periferia. Existen desniveles en el fondo que oscila, entre los 30 metros, seno de lama Ascendiendo existen varios niveles con grietas inconcebibles, pequeñas mesetas que originan cambios bruscos de profundidad. A 150 m. dirección SW con marea baja y mismo coeficiente, el cambio es tan brusco que la profundidad es de un metro y hasta de medio metro es impresionante ver pasar al Buque Escuela de Nuestra Armada, “Juan Sebastián Elcano” a escasos metros de tu embarcación, encontrándome a un metro de profundidad y el Bergantín Goleta, a escaso 20 metros de distancia y bajo su quilla mas de 25 metros de agua.
Hice incursiones por la zona solo y cogí muestras de piedras que tengo en mi poder en el convencimiento que cuando fueran analizadas tratarse de trozos de un meteorito.
Pensaba que nada natural podría ocasionar una circunferencia tan inmensa, que no fuera un impacto procedente del Universo. Jamás dije que era una base de ovni, pese a ser un lugar que testimonian avistamientos, que obran en mí poder. Alguno de ellos publique en revistas especializadas.
Tuve una oferta de la entonces famosa revista KARMA 7, cuyo editor D. Ramón Plana Tomas, con fecha (10-12-1988) (Barcelona) parece ser que por mediación de esta entidad surgió un contacto con la TV3 catalana, y Apolo Films, que entonces tenían una programación que se llamaba la Noche Bruja -La Nit Bruixa- Amb L´agraïment de TV3 i Apolo Films. Un privilegio para mí. Estas entidades rodaron en Cádiz, desplazándose un equipo de profesionales. Presentador, Regidora, Cámaras, Técnicos de sonido etc. todo un equipazo de profesionales que hicieron cine en Cádiz para Cataluña. Posteriormente, en Plató, se trató del fenómeno ovni. Antes de mi intervención apareció por mi camerino el Doctor Luis Maraville, y fue directo queriéndome documentar sobre la no existencia de naves extraterrestres y sobre las escasas posibilidades de contactar con los hombres, que todo era producto de la imaginación Le respondí que como era posible que un sabio como él no creyera, “conociendo la inmensidad del Universo, a lo que respondió el ilustre personaje que si creía en la existencia de vida pero no en las posibilidades de venir hasta la Tierra. La breve charla con Maraville me agradó, el sabio doctor, desempeñaba el papel de demostrar en plató lo contrario que el entrevistado, conmigo no lo hizo y es de agradecer, ya que se trataba de “Luis Miraville”, tal vez fuera porque lo que hablamos “sobre la sima del Everest donde cocinamos una sopa a base a agujeros de gusanos, curvatura espaciotemporal, explosión primigenia, electrostricción etc. O tal vez el doctor, no consideró que servidor investigaba a bajas y altas cotas (las grandes distancias del Espacio fue mi gran handicap, ello motivó muchas dudas en mi conocimientos hasta que la ciencia fue abriendo puertas (los astrofísicos). “Atajos temporales” etc. A partir de entonces fui adquiriendo más conocimiento y algo mas de fe; dicho de otra forma, creo fácilmente probable dada la curvatura del espacio que una civilización mas avanzada que la nuestra, pueda atajar distancias colosales de años luz, mediante “Agujeros de Gusano”.
La misión en directo del Ilustre sabio catalán, era la de “Torquemada el gran Inquisidor. Y dio palos a más de un participante…
Próximamente escribiré la segunda parte del artículo y saciaré toda duda del Cráter de Cádiz.
Jesús Borrego
López.